lunes, 4 de abril de 2011

Literatura Infantil

La primera edición de la Real Academia Española definía literatura como “el arte de la palabra escrita”. Más adelante se llegó a la conclusión de que esta definición no estaba del todo correcta ya que dejaba fuera numerosas obras de transmisión oral.

A finales del S.IXX, principios del S.XX, se definió como “el arte de la palabra” para que englobara dichas obras.

En la Vigésima segunda edición del diccionario de la Real Academia Española,  tras buscar la palabra “literatura”, aparecen numerosas acepciones tales como:
- Arte que emplea como medio de expresión una lengua.
- Conjunto de las producciones literarias de una nación, de una época o de un género.
- Conjunto de obras que versan sobre un arte o una ciencia.
- Conjunto de conocimientos sobre literatura.
- Tratado en que se exponen estos conocimientos.
- Teoría de las composiciones literarias.

Las obras literarias forman parte de diferentes géneros como pueden ser la épica, lírica o dramática, como se denominaban antiguamente, o como se nombran en la actualidad, prosa, verso o teatro.



Los textos literarios son textos de ficción, lo que no quita que sean historias reales, como muchos creíamos, si no que el autor expresa sentimientos o diálogos que podrían ser reales o no.
En clase también aprendí dos términos nuevos como son la paraliteratura y la subliteratura.
La primera de ellas puede o no pertenecer a uno de los géneros literarios. Al contrario que la literatura, no es de ficción. Utiliza funciones expresivas y poéticas.
Sin embargo, la subliteratura si es de ficción, pertenece a un género literario y posee una función expresiva y poética. La diferencia es que tiene una intención económica.

La literatura infantil es para niños de hasta 14 años pero no se empezó a escribir este tipo de literatura hasta el siglo XVIII ya que los niños, antes de este siglo, no sabían leer. Hasta entonces la mayoría de esta literatura era oral.
En la España de esta época había muy pocos libros ya que era muy costoso editarlos. Solo podían comprarlos las familias adineradas.
A finales de S. XIX, algunos autores hacen una literatura más específica para un público juvenil. Uno de ellos fue Julio Verne. Este fue un escritor francés de novelas de aventuras del cual se tradujeron 4185 obras.
La literatura infantil tenía que ser didáctica. Se escribía no para entretener, si no para enseñar. Trataban, a través de los cuentos, de reflejar las normas de educación de la época.
Los libros estaban destinados para adultos o para los niños de los seminarios, los cuales leían libros de adultos.
Al ofrecer un libro ilustrado el niño se acerca a un arte literario y a un arte gráfico. En un álbum ilustrado se puede seguir la historia a través de las imágenes.
Fue a partir de los años 70 cuando se empezó a clasificar los libros infantiles y juveniles por edades. Una de las grandes editoriales que lo practicaba era El Barco de Vapor, editorial muy famosa en España. De hecho mi cuento favorito pertenece a ella “La abuelita aventurera”

En 1876 se creó la Editorial Calleja en Madrid por Fernando Calleja Santos. Más adelante la compró su hijo Saturnino Calleja. Gracias a que publicaba libros a un precio más económico, la población pudo ir accediendo a ellos.
En clase pudimos verlos y se tratan de libros muy pequeños con ilustraciones.
Ejemplo: Fabula del pastorcillo mentiroso.

Los personajes de la literatura de calleja son planos, que quiere decir que no tienen psicología real. No son reales. Es muy difícil que los niños se identifiquen con estos personajes.  Está hecha solo para educar a los niños.

Celia es el primer personaje infantil real que aparece en la literatura infantil. Se publicó en 1920.
Con Celia los demás autores se empiezan a interesar en hacer una literatura infantil en la que los personajes no fueran planos, que tuvieran psicología.

2 comentarios:

  1. Te faltan muchos de los elementos que tratamos en clase. Está bien que completes los apuntes con tus propias investigaciones, pero debes también incluir todo lo que hemos visto y comentarlo desde tu propia perspectiva.

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  2. - No es lo mismo "ser una historia real" que "estar inspirado en una historia, en unos personajes o en un contexto histórico real. Si es real, no es ficción. Pero la ficción se puede inspirar en hechos reales. La ficción no la marca el que el autor exprese sus sentimientos (eso es la función expresiva del lenguaje), ni que los diálogos pudieran ser reales o no. Es así de sencillo: si es real, es paraliteratura; si es ficción (aunque se fundamente en realidades), es literatura.

    - El resto está muy desordenado: hablas de Verne, luego de la literatura didáctica (y la de Verne no lo es), después de los álbumes ilustrados que son de los 90, luego de los 70 y de Barco de Vapor y luego vuelves a finales del XIX con la editorial Calleja para seguir con Celia.

    - Lo vimos en ese orden porque primero introdujimos los términos de Literatura y Literatura infantil. (Hasta aquí era una introducción de la asignatura). Después empezamos con el bloque II y definí la literatura de autor y los álbumes de imágenes (pero no has incluido estas definiciones). Y luego hicimos un recorrido por la historia de la literatura infantil española (del que sólo comentas a Calleja y a Celia).

    Puedes mezclarlo todo siempre que vayas introduciendo coherentemente los diferentes contenidos o usar subtítulos para los diferentes temas que hemos tratado. Como quieras. Pero aún así, lo que me escribes no es suficiente. No demuestra que sepas de lo que estás hablando: es una especie de cajón de sastre. Los apuntes comentados sustituyen a un examen de la asignatura por lo que tendrás que demostrar que "has hecho tuyos" los contenidos.

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